La cantata Dona Nobis Pacem de Ralph Vaughan Williams fue escrita cuando despertaba poco a poco la posibilidad de un segundo conflicto bélico en Europa. Al ser comisionado para crear una obra para el centenario de la Sociedad coral de Huddersfield en octubre de 1936, Vaughan Williams recordó que tenía en su archivo una obra coral inédita en la que usó un texto de Walt Whitman que proviene del ciclo Dream Taps inspirado en la Guerra Civil Estadounidense. Vaughan Williams la había escrito en 1911, antes de la Primera Guerra Mundial y pensó en usarla como la pieza central del nuevo proyecto, precedida de dos poemas más de Whitman de la misma colección: Beat! Beat! Drums! y Reconciliation. Previo a este grupo de poemas de Whitman aparece un Agnus Dei seguido de un fragmento de un discurso pronunciado en el Parlamento inglés por John Bright en 1855 en el momento de la Guerra de Crimea. En las dos últimas secciones utiliza una serie de pasajes bíblicos del Antiguo Testamento que juntos expresan optimismo por la paz futura. El texto se completa con un verso de Lucas ‘”Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” y una repetición final del motivo “danos la paz” que da el título a la obra.

La música ha sido criticada por la falta de unidad entre lo producido en los años treinta contra lo compuesto veinte años antes. El material de 1911 es lo más cercano que estuvo Vaughan Williams de componer una marcha fúnebre mahleriana (él no era fan de Mahler), y sin duda dirige la atención del escucha de una manera diferente a la música posterior. Sin embargo, toda la obra es consolidada por el sentido de urgencia del compositor; como ha dicho Simon Heffer, biógrafo de Vaughan Williams, de Dona Nobis Pacem, “su principal inspiración no procede del suelo inglés, sino de todo el entorno que entraba en crisis a su alrededor.”

Dona Nobis Pacem se tocó muchas veces durante el período ansioso previo a la Segunda Guerra Mundial y teniendo en cuenta su vínculo con ambas guerras mundiales, la obra es ejecutada por grupos corales en toda Inglaterra para conmemorar el estallido de ambas. La obra nos recuerda que la guerra inevitablemente trae miseria y muerte. Sin embargo, Vaughan Williams sabía como cualquier persona que, dadas las circunstancias, esta guerra debía ser peleada. El compositor era un miembro de su comunidad y estaba listo para advertir a sus compatriotas de los horrores que vendrían, él nunca dudó en desempeñar un papel activo desde su trinchera estética.

Fuente: Blog de la Oxford University Press